viernes, 10 de febrero de 2017

Te he pensado tantas veces que ahora que me he puesto a escribir ya no sé. Lo de escribir ya no se me da bien. Nunca se me dio bien, qué coño. Pero lo hice. Lo hacía. Lo he hecho cuando he tenido demasiadas cosas dentro y nadie a quien decírselas. Y digo nadie porque aunque hubiese gente no estaba esa a quien de verdad quería. Y ahora no estás tú. No sé en qué momento exacto dejaste de estar pero ahora simplemente ya no eres mi mitad Ying-yang. Y te va bien, creo. Y me alegro un huevo, en serio. 
Al principio, cuando tú tomaste un camino y yo otro, me daba la impresión de que buscabas gente para reemplazar mi hueco. Súper egocéntrico por mi parte, lo sé. Quizás sólo lo pienso para autocreer que te costó algo perder a la rizos. Algo así como un autoengaño. Pero dentro de ese autoengaño y dentro de mi historia tú acabas encontrando gente que me reemplaza. Y yo sólo sé que la sensación de mierda que tengo ahora empezó muchísimo antes de que me diese cuenta. Y lo siento. Porque no te lo supe decir. No te supe decir que desde que te fuiste a Niza noté algo. Cuando fui a visitarte, y estabas rodeada de gente que no era yo, cuando volviste, cuando te marchaste a Cuba a perseguir a un tío que no valía nada, cuando volviste de nuevo. Cuando yo no estuve a tu lado todo lo que debería haber estado. Lo siento por eso también. 
Reconozco que tener a alguien más en mi vida a mí me cambió, aunque no creo que entendieses el cambio. A ti no sé lo que te cambió. Pero algo lo hizo también. 
No quería nombrar a Cuba, ni al cubano, ni decir que no valía nada pero lo he hecho por algo. Porque, supongo que si escribo, sólo lo hago porque estoy cabreada contigo. De lo jodidamente idiota que eres, por recorrer medio mundo y humillarte y arrastrarte por gente que nunca te quiso, y no mandarme ni un sólo mensaje para hablar conmigo. Con la puta rizos. Soy igual de jodidamente idiota. Pero por eso éramos amigas, supongo.

Y nada. Llegados a este punto, de no saber si en los diez minutos que llevo escribiendo he dicho algo entendible, me paro.

El día 9 de septiembre de 2014, escribí y publiqué un texto que titulé “con P de París”. Ya no recuerdo si lo leíste o no, porque lo hice en un blog de mierda que tengo por ahí. Hoy es 10 de febrero y me ahorro el título, ponlo tú, no sé qué más decir. 

sábado, 17 de octubre de 2015

Carta a la siguiente.

Ante todo, ten en cuenta que la cosa no va a ser fácil, quizás lo fue al comienzo, todo empieza siendo lindo, pero hay cosas que tienes que saber... Algunas son tonterías, pero otras son necesarias para conservarle, grábatelas en la mente... 

Agárrate fuerte a él en la moto, aunque estéis parados, le gusta sentir que estás ahí detrás, que estás cerca, que te protege… Y el frío es menos frío si sientes su calor. 

La pizza: con carne y cebolla (espero que no te gusten las aceitunas porque con él ¡no las vas a ver el pelo!), sin mucho queso y sin salsa, esa aprovéchala para bailar siempre que tengas oportunidad (¡que no te pueda la vergüenza!). Te lleva a otra dimensión e incluso es divertido perderse. 

Pase lo que pase, recuerda: ¡LOS CUBANOS TIENEN PRIORIDAD!, lo dice tan convencido que más de una vez tendrás que preguntárselo a la camarera de un bar para ver si es cierto.

No te asustes si para en seco en mitad de la carretera, le encanta ver paisajes, sobre todo de noche o justo al amanecer, e imaginar cómo sería su vida (o la vuestra, ¿quién sabe?) en alguna de esas casitas a la orilla del mar… Y, con suerte, encontrará la flor más bonita del mundo y la arrancará para ti, ¡guárdala!

Pero sé consciente de que es ambicioso, su destino está muy lejos de aquí y tú tienes que estar preparada para dejarlo todo y marcharte con él, ¿qué más necesitas?

Espero que te gusten los bebés, a él le pierden. Las cosas quizás no estén estables ahora y no sea el momento, pero cuando su cabeza loca se amueble y sepa lo que quiere y necesita, va a ser el mejor padre del mundo.

Saca tu lado delincuente: nada mejor que una noche loca con un par de botellas prestadas y colándoos en la mejor de las discotecas. Habrá algunas en las que no lo dejen entrar, pero él lleva la fiesta dentro, jamás vas a aburrirte.

Y ahora viene lo importante, toma nota vale? Cuídalo, hazle sentir que no está solo pero jamás lo presiones. Es muy orgulloso, puede que ese sea el mayor de sus defectos (además de utilizar tu cepillo de dientes de vez en cuando)... Pero no es tonto, no te dejará escapar si sabe que mereces la pena. Y sí, es orgulloso y duro. A veces parece que no tuviera corazón, pero hay otras veces, muy poquitas y muy fugaces, que de repente te lo abre -su corazón-, contándote las cosas que en su vida no fueron fáciles. Contrólate, ahí no vas a poder evitar enamorarte aún más. Piensa en apoyarle y ayudarle, aunque no te lo diga, hay un océano que lo separa de su verdadera felicidad y te necesita. 

Con todo esto, si eres la elegida, que tengas mucha suerte, piensa que hubo alguien que te escribió todo esto para que sepas cómo es él, y para que sepas, ante todo, hacerlo feliz..

lunes, 2 de marzo de 2015

Oubliez le Froid, Fluffy

Jet- Are you gonna be my girl?


Sentir el aire en la cara. Frío, caliente, húmedo, contaminado. Me da igual, respiramos el mismo al fin. Agarrar tu mano en un despiste, en uno de mis torpes tropiezos, con la infantil excusa de que voy a leer tu futuro (y hacerme un hueco en él). Saber que me estás mirando. Cuando fumo, bebo de tu copa, miro al horizonte o simplemente sé que me estás mirando. 
Reírme contigo (de mí). 
Olerte. Con ese instinto primario, cuando te acercas, cuando me abrazas. Mirarte a los ojos haciéndome la dura, la interesante y, a la vez, deshaciéndome por dentro. Escucharte. Mil historias, mil viajes, una vida interesante... o cualquier tontería, me es indiferente.

Llorar. De alegría por verte, amargamente cuando te vas... Qué va, de alegría porque has estado, aunque no sea para quedarte.
Disfrutarte. Cada centímetro de ti, de ese "nosequé" del que me va a matar la falta si no te tengo pronto.

Como la peor de las enganchadas, sufro mono de ti.





Último post antes de mi viaje!!! Pero esto no se va a quedar descuidado, así que atentos a las novedades :)
El outfit de hoy está compuesto por un vestido túnica vintage (marron, color vino, beige) al que acompaño con una oversize de punto más clarita para no apagar el look, Bolso y botas marrones del primer post y mi fluffy calentito. ¡Espero que os guste!

Y claro, no podía terminar este post, esta etapa, sin agradecerle a la persona más importante del mundo todo lo que ha hecho por este blog, por esta bloggera, y por la persona que se esconde detrás de todo esto :)
Gracias Rizos, hace un año que apareciste en este desastre al que llamo vida y no sé que habría sido de mí sin ti, tu faceta Pepito Grillo, tu filosofía de vida, tu sonrisa y tu amor incondicional por la cerveza. No me faltes, sorra, ni aquí, ni en la costa azul, ni en ese planazo al otro lado del atlántico ;)
Eres lo más bonito.




Feel the air on the face. Cold, warm, wet, polluted. I don't mind. We're breathing the same air, in the end. Hold your hand. In an absent, in one of my clumsy trips, with that childish alibi of reading your future (and take my place in it). Know you're staring at me. When I smoke, or drink from your glass, or glance at the horizon, or simply when I know you're looking at me.
Laugh with you (at me).
Smell you. With that primary instinct, when you get closer, when you hold me. Look in your eyes. Pretending to be strong, interesting, but melting inside. Listen to you. A thousand stories, a thousand trips, one incredible life... Or any foolishness, I don't really mind. Cry. Happily when I see you, Sourly when you're gone... What the hell, just happily because you were here, even if it is not to stay.

Enjoy you. Every single centimetre of you, of that "don't-know-what" whose absence will kill me if I don't have you right now.

As the worst junkie ever, I have abstinence syndrome (of you).



FOTOGRAFÍA: Fara Rioja

LOOK: Patricia Blanco

lunes, 23 de febrero de 2015

Punk Posh Pink

The Wonders - That Thing You Do




El arte de ser simple. La virtud de formar parte de ese gran grupo de personas etiquetadas en la normalidad. La fortuna de vivir en una burbuja (de las resistentes, de las cosidas a base de sueños) que, sin embargo, deja pasar sin llamar a todo aquello que parece capaz de sacarte la más mínima sonrisa -aunque a veces, ese algo, resulte ir cargado de alfileres e intente, desde dentro, explotar esa mansión que tanto esfuerzo costó construir y que parece ahora tan frágil-.

La felicidad en las pequeñas cosas. 
En lo mundano, en lo ordinario, en lo que roza lo idiota. Cosas de las que, en ocasiones se espera demasiado, se hace un mundo que al minuto se desmorona, que cae como la primera hoja arrastrada por el viento en otoño.
- Siempre he pensado que esa hoja, la más débil, vuelve a alzar el vuelo ayudada del mismo viento que la hizo caer, y llega lejos; mucho más lejos que quedándose aferrada para siempre a la seguridad de su árbol-.

Supongo que es AQUÍ donde AHORA vive la reina de la simplicidad, que (no te equivoques) un día fue compleja, madura y reflexiva... Pero ese castillo era demasiado frío, aburrido y, ¿por qué no admitirlo? le quedaba grande...
AQUÍ y AHORA, en una simple y ordinaria burbuja de fácil acceso, llena de pinchazos y parches, en la que, movida por el viento, ir en busca de nuevos y utópicos invitados a los que dejar entrar y, mientras tanto, contemplar el mundano mundo a través de su pared transparente.


jueves, 12 de febrero de 2015

Just this Boyfriend (Wear it with boots)

Iggy Pop - Candy


Menuda ilusa. Mi corazón se estaba preparando para esta carrera de fondo, esa que implicaba verte después de tanto tiempo y a la que, sin entrenamiento previo, iba a llegar tal y como me dejaste, sin respiración.

Lleno mis maletas. Aprendí de ti que -aunque me cueste-, lo importante no son los zapatos, ni el colorete. Son esas ganas que destellaban en ti cuando marchaste, ganas de comerte el mundo empezando por el otro lado del Atlántico.
¿Qué mejor maquillaje que el brillo en los ojos?, ¿qué mejor calzado que unos pies llenos de arena de playa? La maleta estaba hecha.

Aprendí de ti que no hay nada como un buen plato de presente, de esos que devoras sin necesidad de cuchillo y tenedor, y que no hay mejor forma de devorarlo que acompañado de personas con el mismo apetito que tú.

Pensé entonces que lo tenía todo, que después de los mil zapatos desgastados, el maquillaje corrido y platos de comida basura, podría volver a retomar esas lecciones de vida que sólo tú supiste darme -cualquier maestro hubiera querido una alumna con las ganas que yo (te) tenía-.

Menuda ilusa. Una vez más, llegué tarde a esa cita internacional, perdí la maleta y tú cogiste un vuelo de vuelta...
Menuda ilusa. Aún espero que, en alguna de esas rutas salvajes, tú y yo volvamos a cruzarnos, devorando un plato de presente y, ¿quién sabe? probando, quizás, un poco de futuro.

viernes, 6 de febrero de 2015

Smart School Day.



No tienes ni idea. 

No tienes ni puñetera idea. Y no quiero sonar borde, ni pedante, pero es que no te enteras de nada. Y yo no te lo voy a explicar. No te haces a la idea de cómo lloran mis nudillos cuando te vas, y cómo se me queda el pecho exento de aire gritando en silencio por qué no estás (conmigo, claro). Pero no importa, o eso digo siempre. El “no pasa nada” de las mujeres convertida en mi vergonzosa y patética excusa más habitual. Excusa que intenta hacerme creer que se puede ser sin ti. Menuda patraña. 

Lo más increíble de todo es que te miro, me quedo absorto en el verde de tus ojos, en ese infinito océano que escondes, nadando e intentando flotar a tu lado, y me hundes, me ahogas, me agotas. Todo porque no comprendes que al mirarte intento decirte lo que no saben mis palabras explicar. Que eres preciosa, incluso con tu oscuridad, esa que te pisa los talones y de la que no te logro sacar.  

Pero joder, si no puedes ver más allá, si no sabes qué hay detrás de mi sonrisa inocente implorando clemencia, ¿yo por qué te quiero? ¿Qué conexión neuronal en medio de mi caos mental ha decidido que debo hacerlo? 

Me estás matando y comienza a ser algo literal. La inercia errada de quererte me empieza a pasar factura. Pero no importa, algún día te enterarás.

martes, 3 de febrero de 2015

Bet for Brown (Beautiful Boho)



"- Es como si a mi coche le faltara algo; pero no siempre es lo mismo, ¿sabes?: unas veces, siento que voy a lo loco, sin frenos (las pastillas, últimamente, están que echan chispas y he tenido muros de cemento a una distancia bastante más cercana de lo que me gustaría), pero... ¿qué le voy a hacer? A esa velocidad - esa a la que ves los árboles pasar muy rápido a los lados, como palillos- no puedo pensar...
Otras veces voy sin limpiaparabrisas en medio de una tormenta enorme; así, a ciegas, guiándome a tientas, cuando en realidad lo que me gustaría es bajarme del coche y bailar bajo (con) esa tormenta que no me deja ver.
Pero, ¿sabes cuándo lo paso peor? Cuando me falla el acelerador... Puta sensación de querer volar y sentir que, en vez de eso, alguien pone el freno de mano... 
No lo soporto, precisamente quiero que tú, te sientes a mi lado, seas mis frenos cuando se acerca el muro de cemento, mis limpias cuando voy a ciegas y, joder, quiero que pises conmigo ese acelerador hasta que los árboles de los lados de la calle pasen rápido, ya sabes... como palillos."

- Hola, ¿puedo ayudarte en algo?
- Sí, verás... es como si a mi coche...